🟣 Disfrutar de las VACACIONES en tiempos de Covid y Claves para superar la DEPRESIÓN POSTVACACIONAL

Con la esperada “nueva normalidad” también ha llegado el verano, y con él la época de vacaciones. Para muchos también es un momento muy esperado por la posibilidad de descansar de algunas obligaciones, viajar, desconectar del estrés, dedicar tiempo al ocio y, en general, disfrutar del buen tiempo, los seres queridos y las escapadas. Sin embargo, este año esas esperadas vacaciones seguramente no se parecen a lo que habíamos planeado. Hemos atravesado circunstancias muy difíciles en las que no hemos podido hacer planes de verano hasta hace pocas semanas. Sea cual sea tu caso puede que hayas experimentado ciertas emociones que dificultan el momento de plantearte las vacaciones, tales como el miedo al contagio, la angustia, la impotencia y la frustración derivadas de la situación de encierro prolongado y si a todo esto le añadimos dificultad para volver a la rutina, entonces hablamos de depresión postvacacional. 

depresión postvacacional

Vacaciones en tiempos de Covid

Vacaciones en tiempos de Covid

Desde el punto de vista psicológico es preferible que tratemos de actuar como lo haríamos en circunstancias normales ajustándonos a las posibilidades que se nos presenten. Si lo habitual al tener vacaciones es que nos vayamos fuera de nuestra ciudad y tenemos esa posibilidad, es importante no dejar de hacerlo dominados por el miedo. En caso de tener niños pequeños en la familia debemos explicarles que estas vacaciones serán diferentes, pero eso no va a impedir que sea un tiempo para jugar y pasarlo bien.

Si vas a poder pasar las vacaciones fuera, a pesar de que el destino este condicionado por el coronavirus, es importante que lo hagas informándote y respetando las medidas de seguridad que apliquen en la zona y siguiendo las recomendaciones sanitarias. De esta manera podremos lidiar con estas emociones y adaptarnos a la situación de la mejor manera posible, protegiéndonos a nosotros mismos y a los demás; y por supuesto, disfrutando de esas merecidas vacaciones.

Las vacaciones y la salud

Para poder evitar el estrés vacacional, tenemos que entender que existe una estrecha relación entre rutina y ansiedad y cómo una mala gestión puede desencadenar en estrés vacacional, ya que el ser humano es un animal de costumbres y como tal, interrumpir la rutina o el hábito es un momento que no deja de ser desestabilizador. Generalmente las vacaciones suponen un periodo para disfrutar. Sin embargo unas expectativas irreales también pueden ocasionarnos tensión.

Entendidas como recompensa por el esfuerzo realizado, las vacaciones resultan un elemento reforzador de la autoestima y el autoconcepto, además de prevenir la aparición de estrés y otros trastornos. Se trata de un periodo en el que poder hacer actividades que nos resulten placenteras y para las que normalmente no se tiene ocasión, dejando atrás temporalmente las responsabilidades asociadas al cargo, rol o estatus personal y social.

Vacaciones y crecimiento personal 

Las vacaciones no sólo nos ayudan a ser felices, sino que son una poderosa herramienta para el crecimiento personal. Tanto el cuerpo como la mente necesitan vacaciones y liberarse del cansancio acumulado durante todo el año. Existen algunas claves que explican la estrecha relación que existe entre bienestar individual y el tiempo de ocio y como, al mismo tiempo, algunas personas pueden generar estrés y ansiedad durante las vacaciones. Un mal conocido como “estrés vacacional” y que aparece cuando nuestra mente no sabe interrumpir la rutina.

Asimismo, un buen descanso produce un gran aumento de creatividad, pudiendo dar pie a la formación de nuevas estrategias e ideas que en un entorno estresante no surgirían. Esto es debido a que en los periodos de descanso el cerebro no está inactivo, sino que únicamente deja de centrarse en determinada estimulación, activándose muchas otras áreas de la psique que suelen dejarse de lado.

Beneficios de las vacaciones

En este sentido, el desbloqueo mental que produce el descanso provoca una mejora de la capacidad de juicio y decisión, posibilitando el análisis completo de la información disponible y la posterior toma decisiones. Además de ello, el descanso produce un incremento de la productividad y la concentración, al disminuir el bloqueo intelectual y el enlentecimiento mental y físico propio de una situación continuada de estrés. La latencia de reacción ante estímulos disminuye, aumentando el rendimiento y la eficiencia tanto durante el periodo recreativo como en la vuelta al trabajo.

Por último, el descanso provoca la liberación de endorfinas y la activación de los circuitos neurales de recompensa, estimulándose la presencia de dopamina y serotonina en el cerebro. Todo ello produce una reducción de ansiedad y esquemas negativos de pensamiento. En conclusión, las vacaciones suponen una vía que provoca la felicidad en aquellos que son capaces de disfrutar del periodo de descanso vacacional.

Te dejamos aquí el enlace a nuestro artículo completo donde explicamos de forma más detallada y extensa de cómo viajar ayuda al desarrollo personal:

Cómo viajar ayuda al desarrollo personal 

Depresión postvacacional

El final de las vacaciones puede provocar una crisis emocional que nos lleve a padecer cierta apatía, nerviosismo y hasta ansiedad por la vuelta a la rutina. A pesar de que no deja de ser una sensación pasajera, que no implica ningún tipo de afección, podemos establecer unas pautas para prevenir o minimizar el denominado síndrome postvacacional o depresión postvacacional.

El síndrome postvacacional surge cuando después de un período de descanso no conseguimos adaptarnos al ritmo de la rutina habitual del año. Conseguir que esta vuelta a la normalidad no nos perjudique mental y físicamente, se ha convertido hasta en todo un reto en la actualidad.

Durante esta depresión postvacional, lo habitual es que se manifiesten pequeños cuadros de nerviosismo, inquietud, estrés, malestar, desgana y apatía los días previos al inicio de la rutina, y que estos síntomas, completamente normales, remitan pasados unos días. Cuando estos síntomas acaban perjudicando nuestro día a día, esto es denominado estrés postvacacional. Si este malestar sigue afectándonos, puede surgir una depresión postvacacional o el síndrome postvacacional. Al llegar a este límite, es fundamental consultar un psicólogo profesional para salir de esta situación.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión postvacacional?

En muchos casos, los psicólogos pueden identificar el síndrome postvacacional a través de los siguientes síntomas.

Estrés y ansiedad

Insomnio

Falta de apetito o apetito excesivo

Fatiga

Falta de interés o desmotivación

Dolores musculares

Claves para superar la depresión postvacacional

Mantente positivo

La actitud es fundamental para afrontar cualquier tipo de situación. En el caso de la depresión postvacacional o el síndrome postvacacional, mantener este estado positivo puede llegar a ser la clave para dejar atrás todos sus síntomas y los malestares de esta afectación. Por eso, y a pesar de que nos preocupe su reacción, es recomendable mantener un comportamiento positivo y alegre tanto los días previos al inicio del trabajo como una vez haya dado comienzo el mismo.

Cambiar el chip de las vacaciones

De todos es sabido que durante las vacaciones flexibilizamos mucho los horarios. Nos levantamos tarde, desayunamos y comemos también tarde, y la hora de irnos a dormir se retrasa hasta bien entrada la noche. Para prevenir que durante los primeros días del trabajo el cansancio también nos hace sentir peor, causando más estrés y malestar. Por ello, para evitar el síndrome postvacacional es bueno que tratemos de ir adaptando los horarios paulatinamente antes de iniciar de nuevo con la rutina.

Disfrutar de los últimos días antes de la rutina

Si nuestro trabajo lo permite, podemos aprovechar los días previos al inicio para planear visitas o actividades que no hayamos hecho durante el verano. Lo importante es que estemos entretenidos, ya que de este modo reduciremos el nerviosismo y el estrés postvacacional propio de estos días.

Créate objetivos a corto plazo

Hacernos objetivos a corto plazo en el trabajo nos ayudará a motivarnos para encarar la vuelta de vacaciones con dinamismo. De esta forma tendremos un objetivo que nos motivará y nos permitirá dejar de lado este síndrome postvacacional.

Previene los cambios

Prever unos días antes de la vuelta que habrá que cambiar los horarios, alimentación y en general nuestros hábitos. Si instalamos todo ello de manera progresiva en nuestras vidas el principio no se nos hará tan repentino. Los cambios radicales que hay durante las vacaciones son uno de los motivos por los que surge la depresión postvacacional.

Continua con los hobbies del verano

No olvidarnos de planificar objetivos de ocio a corto plazo. Es importante que una vez iniciada la actividad laboral / escolar no nos olvidemos de dedicarnos a aquellas pequeñas cosas que nos proporcionan bienestar (quedar con amigos, leer, jugar, hacer siestas, etc.). Gracias a dedicar unos momentos a nuestros hobbies podremos disfrutar de nuestra vuelta a la rutina de la misma forma que una parte de nuestras vacaciones.

Ten una buena alimentación

Instaurar buenos hábitos alimentarios. La comida sana siempre ayuda a sentirse mejor y con energía suficiente para hacer frente a las nuevas responsabilidades. Volver a la rutina puede ser una de las excusas perfectas para poder cuidar de nuestra alimentación. Gracias a este pequeño cambio podremos superar la depresión postvacacional.

Haz ejercicio

El ejercicio nos ayudará mucho en esta nueva adaptación proporcionándonos buenos momentos y sensaciones, desconexión de nuestras ocupaciones y nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos.

¿Por qué es importante tratar el síndrome postvacacional?

Para muchos, las vacaciones tienen un significado de libertad. Aunque este es un pensamiento más que normalizado, la realidad es que nuestro trabajo no debería ser visto como algo malo. Es por esto que puede surgir el estrés postvacacional o incluso derivar en una depresión postvacacional. Acudir a un psicólogo puede ser una forma de ver cuál es el motivo de estos sentimientos y descubrir por qué no deberías sentirte así. El trabajo tendría que ser un espacio para desarrollarte profesional y mentalmente. 


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